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El proyecto porcino de CAUR está en marcha con tres galpones y trabajan en un cuarto
A principios de junio llegó el primer cargamento de cerdos al emprendimiento en el Ejido Hernández. Tendrán capacitad para 3200 animales. Todo se realizó sin endeudamiento: desde la compra del campo de 32 hectáreas hasta el montaje de las estructuras. Cooperativa Agrícola Unión Regional Limitada -CAUR- tiene varios proyectos en carpeta, pero sin dudas al que se le dedicó mayor esfuerzo desde las distintas áreas, estos últimos meses, es al integrado de cerdos, cuya producción está en marcha desde principios de junio. Dieron más detalles al respecto, uno de los integrantes del equipo gerencial, contador Iván Zapata y el director técnico de la división de alimentos balanceados de CAUR, ingeniero agrónomo Jonatan Pasinato.
Primeros pasos del proyecto
El proyecto porcino de CAUR comenzó hace más de dos años. Surge como propuesta a la necesidad de ocupar capacidad ociosa de planta en la división de alimentos balanceados como también en agregar valor al grano recibido de nuestros productores, desde la cooperativa ramirense reconocen que lo que más costó conseguir fue un predio que reúna todos los requisitos, desde lo logístico hasta lo ambiental. Este proceso se cerró el septiembre de 2022, cuando CAUR adquirió el campo y medio año después se comenzó con el montaje de la granja, dado que era un predio el cual se tuvo que mejorar y hacer movimientos de suelo para poder confeccionar terraplenes y lagunas.
El predio de 32 hectáreas se encuentra ubicado en el Ejido Hernández, a unos 2.000 metros de la Ruta Nacional Nº 12 en línea recta y a 20 KM de General Ramírez donde está la casa central de la entidad. Del total, solo cinco hectáreas son utilizadas para el emprendimiento porcino y el resto es arrendado a un productor asociado a la Cooperativa. No obstante, el objetivo a futuro es que CAUR se haga cargo de la totalidad del predio, pero “por el momento queríamos enfocar toda la energía a este proyecto de cerdos y no tanto en la explotación del campo”, reconoció el contador Iván Zapata.
Es que una de las características de la cooperativa que nació allá por 1931, al menos en las últimas décadas, es avanzar “a paso lento, pero seguro”, reconocen sus integrantes. Esto es, hacer inversiones sin endeudamiento, a tal punto que en el integrado porcino desde la compra del campo hasta el montaje de los galpones e inversiones en la fábrica de alimentos balanceados Vipromin se concretó sin la toma de créditos. “Somos conscientes que para crecer en escala necesitamos financiación, estamos trabajando en ello, pero siempre con cautela y el análisis que esto amerita, no somos de tomar crédito solo por tomarlo, en este proyecto puntual, las áreas hicieron un esfuerzo operativo y se logró financiar por nuestros propios medios, estamos muy orgullosos de esto la verdad, muestra lo lejos que se puede llegar trabajando en equipo”, remarcó el gerente.
En qué consiste el proyecto porcino de CAUR
Desde el primer momento, para llevar adelante la iniciativa, la cooperativa se asoció a La Piara SRL, empresa familiar -con un importante crecimiento- se encuentra asentada en Camps, departamento Diamante y es conocida comercialmente como Granalier (Granja Alimentaria de Entre Ríos).
El gerente Iván Zapata detalló que la iniciativa consiste en la construcción de cuatro galpones con ocho plazas para 100 cerdos cada una, la cual podrá albergar un total de 3200 animales. “Nosotros recibimos el lechón, los engordamos y La Piara es quien los procesa y comercializa”, contó el gerente.
Los cerdos provienen de la empresa Cerdo de Los Llanos de la provincia de La Rioja. Viajan más de 800 kilómetros en jaulas de tres pisos hasta llegar a la granja en el departamento Nogoyá.
El pasado 4 de junio recibimos la primera camada de 750 cerdos, el 17 de julio la segunda tanda de 800 para otro de los galpones. “Ahora estamos ultimando detalles para recibir unos 800 cerdos más y así poblar el tercer galpón. En 30 días tendríamos poblado el cuarto”, adelantó Zapata.
Los primeros pasos no fueron fáciles. Desde el temor por cómo iban a llegar los cerdos desde la provincia cordillerana con tantas horas de viaje hasta el cambio de Gobierno que se dio en plena etapa de desarrollo del proyecto. Sin embargo, la decisión y la unión fueron fundamentales. Sobre ello Iván Zapata comentó: “Tuvimos muchas cosas que aprender como en todo lo nuevo y todavía estamos ajustando cuestiones, pero va bien encaminado y se están superando las expectativas. En la primera camada se recibieron 750 cerdos, un poco más grande de edad, queríamos ver cómo les iba en el viaje y también queríamos minimizar el riesgo en los galpones, ya que el personal también es nuevo, por más que se los capacite y pongan buena voluntad no estamos exentos de nada. En general hay mucho interés entre todas las áreas de la Cooperativa. Sin descuidar nada, todas las áreas se pusieron a disposición de este proyecto y traccionaron para esta actividad llegue a buen puerto, CAUR se retiró de Hernández aproximadamente en 1980, volver a la zona es algo que también deseábamos, estamos todos detrás del mismo objetivo, poder expandirnos, no solo en las actividades que actualmente tiene la cooperativa, sino también en otras”, explicó zapata.
Actualmente son dos los trabajadores, pero a medida que la producción aumente y de acuerdo a los factores externos, el número de empleados podría aumentar, ya que el objetivo es llegar a los ocho galpones.
Los alimentos son propios
El integrado porcino desde un primer momento surgió como un agregado de valor a los granos de la cooperativa y para poder utilizar la capacidad ociosa de la planta de alimentos balanceados, cuya marca comercial es Vipromin. Al respecto el director técnico de la fábrica, Ing. Agr. Jonatan Pasinato, reconoció que “actualmente hay mucha competencia en la producción de alimento balanceado en la zona, por eso en vez de buscar mercado decidimos agregarle valor, sin descuidar a nuestros clientes”, remarcó.
Los primeros pasos no fueron fáciles ya que “la fábrica demandó otro tipo de logística y planificación, pero mucho de eso se ve recién cuando la producción esta en marcha. Desde la molienda de maíz hasta como está compuesto el alimento… Es decir, es una adaptación permanente”, contó Pasinato.
Para satisfacer la demanda de 200 toneladas de alimentos al mes tuvieron que realizar trabajos en el equipamiento y no descartan más inversiones.
Desafíos en el corto y mediano plazo
Uno de los desafíos, como en tantas producciones, son los caminos, ya que, si bien con el apoyo del municipio de Hernández y Vialidad Nacional lograron mejorar el tramo de dos kilómetros, reconocen que en épocas lluviosas el ingreso se podría complicar.
En cuanto a factores externos la atención se centra en el precio del capón que “si bien comenzó a aumentar se encuentra por debajo del incremento de otras carnes”, comentó Zapata al tiempo que destacó la suba del consumo de carne de cerdo per cápita: “Actualmente estamos en unos 16 kilos al año, si bien sigue siendo bajo, mejoraron respecto a años anteriores”.
En concreto, el flamante emprendimiento de la cooperativa ramirense está en marcha con tres galpones y ya planifican poblar el cuarto. El trabajo asociativo y el impuso de todas las áreas dentro de la entidad fueron y son fundamentales para que la iniciativa prospere pese a los factores externos, por momentos, adversos.
Por el otro lado, sigue en pie el proyecto para trasladar la fábrica Vipromin al Parque Industrial ya que actualmente la capacidad de acopio de la planta es escasa. Ante ello, la incorporación de silobolsas tampoco se descarta.